domingo, 31 de julio de 2011

Tolerancia y respeto

Esto no tiene nada que ver con sobrepeso... aparentemente; quise escribirlo porque siempre nos topamos con personas que se creen poseedoras del conocimiento y verdad casi absolutas (por no decir completamente).

En todos los ámbitos (científicos, políticos, ideológicos, filosóficos, religiosos, entre otros), siempre hay personas que creen que lo que saben o piensan, o su experiencia adquirida, o lo que siguen aprendiendo, sobrepasa por completo a la de los demás.

No debería ser un problema aprender cosas nuevas, pero cuando ese aprendizaje hace que nos sintamos superiores, o con el derecho de juzgar e incluso condenar a los que no piensan como nosotros... mmmmmm... entonces tenemos un serio problema.

Ya no sé si llamarlo poca tolerancia o poco respeto. ¿Qué es la tolerancia y qué es el respeto? Buscando encontré esto:

Tolerancia: Podríamos definir la tolerancia como la aceptación de la diversidad de opinión, social, étnica, cultural y religiosa. es la capacidad de saber escuchar y aceptar a los demás, valorando las distintas formas de entender y posicionarse en la vida, siempre que no atenten contra los derechos fundamentales de la persona. La tolerancia, si es entendida como respeto y consideración hacia la diferencia, como una disposición a admitir en los demás una manera de ser y de obrar distinta a la propia, o como una actitud de aceptación del legítimo pluralismo, es a todas luces una virtud de enorme importancia.

Respeto: El respeto o reconocimiento es la consideración de que alguien o incluso algo tiene un valor por sí mismo y se establece como reciprocidad: respeto mutuo, reconocimiento mutuo.

¿Se extenderá esto al sobrepeso? ¡Claro! Basta con ver la cantidad de productos milagro, recetas para adelgazar y demás parafernalia, que resultan en un negocio multimillonario (para unos pocos), a costa de nuestra "desdicha". Es el no reconocimiento a nuestra forma distinta de ser y hasta de pensar, para aquellas personas que aceptamos la obesidad como algo más y no como una desgracia.

En fin, no hay nada mejor que la simpleza de una vida tranquila.

domingo, 24 de julio de 2011

Ahí viene un puerco corriendo

(Puerco=chancho=cerdo)

Eso fue lo que escuché ayer al salir de la tienda de la esquina; no me atreví a voltear en ese momento para no avergonzar a la persona a quien iba dirigido ese comentario (que realmente fue un grito); esperé unos minutos y de reojo miré hacia atrás, sólo vi un jovencito sonriente, un poco pasado de peso, caminando con unas bolsas de mandado (al menos eso parecían). ¿Habrá sido él?, me pregunté.

Volví a pensar en que no sólo las mujeres gordas padecemos cierto tipo de humillaciones, también los hombres gordos las padecen, ¿sentirán ellos lo mismo que nosotras?

Yo tengo un familiar muy cercano que siempre ha sido gordito, pero de niño y adolescente lo fue más, así que las burlas de sus compañeros de escuela, y de la misma familia, nunca se hacían esperar; eso, estoy segura, tristemente lo marcó.

Pienso que los hombres gordos, al igual que nosotras, se sienten humillados, impotentes; quizá de la misma manera se esconden, prefieren no salir mucho, sienten que ninguna chica los mirará, que por ser gordos no serán capaces de conquistar a nadie, se visten con ropa holgada, playeras flojas y pants (buzos o ropa deportiva). De la misma manera que a nosotras, les da pena salir a comprar ropa porque no hay de su talla; de la misma manera, les incomoda ir con médicos (gordos para variar), que los somenten al tormento de la báscula y lo primero que les dicen es que deben bajar de peso.

Sí, pienso que los hombres gordos padecen lo mismo que nosotras, y que debería haber más foros para ellos, para que de la misma manera que nosotras, ellos expresen su sentir y hasta su inconformidad por ser señalados como los "gorditos simpáticos", que muchas veces no quieren ser; o como más tristemente, los puercos que vienen corriendo.

martes, 19 de julio de 2011

Aviso de última hora

Para las personas que me honran con sus visitas y quieran apoyarme en el concurso de Miss Extra Linda México 2011, pueden votar por correo electrónico a la dirección bigsexygirl@prodigy.net.mx . Solamente tienen que colocar en el asunto mi nombre (July).
De antemano les agradezco mucho el apoyo a este concurso, que abre las puertas aún más a la aceptación de personas con sobrepeso, no sólo a la sociedad, sino a nosotras y nosotros mismos.

¡¡GRACIAS!!

sábado, 16 de julio de 2011

Miss Extra Linda 2011

Bueno, nunca se puede tener el anonimato en el internet, jajajajaja; y como es imposible, y como quiero ganar, pues anuncio a quien lea este blog, que estoy participando en el concurso de Miss Extra Linda México 2011, así que espero sus votos, jejejejeje.

Envía GOL 2407 al número 22122 usuarios de Telcel o al número 7766 usuarios de Iusacell, Movistar.

Y ya me hice publicidad, podrán verme dando clic en la liga del concurso que está en Mis favoritos, ¿y quién soy?, la más bonita, jejejeje. July.

viernes, 15 de julio de 2011

¿Puede una gordita ser feliz?

¿Y una delgada puede?

Según la Wikipedia: La felicidad es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada y buena. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas. Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría.

¡Vaya, mejor definido imposible!

La felicidad es un estado de ánimo. Estados de ánimo tienen todos los seres humanos, gordos, flacos, chaparros, altos, con tres dedos, tres ojos, cinco piernas, etc. Se produce cuando alcanzamos una meta que nos hemos fijado. Otra vez, todos tenemos metas; ¿quién no tiene metas en la vida?, ¿será que los gordos no?

Ahora, ¿por qué hay personas que nos siguen etiquetando y pensando que porque somos gordos no podemos ser felices? De aquí llego a una dolorosa conclusión, porque desde pequeños, si somos gordos, nos atacan, se burlan de nosotros, nos menosprecian, todo por ser gordo; y claro, la felicidad es algo que nos va a costar alcanzar, pero... ¿no pasará lo mismo con los niños delgados, que tienen otras cosas por las que burlarse como la nariz muy grande, por ejemplo?, (tampoco digo que hay que burlarse de esos niños).

Es lamentable que siempre, toda la vida, se nos etiquete simplemente por ser gordos; somos objeto de burla constante, por parte de personas que hasta nos compadecen nada más porque tenemos muchos kilos de más, pero bueno, esas personas no se ven sus defectos, porque la misma sociedad no señala como defecto o "enfermedad" una nariz grande, dientes chuecos, arrugas por todos lados, verrugas en la cara, etc.

Pero el camino a la felicidad, lo mismo a gordos que a delgados, es siempre largo y penoso, es un camino que lleva años, y no digamos ya a la felicidad, sino a la paz interior, a sentirnos en paz con Dios, con la vida y con nosotros mismos, a vivir realmente satisfechos, hayamos o no logrado todas nuestras metas, o aunque nos falten metas por alcanzar; cualquier persona, sea del tamaño de cuerpo que sea, pasa por un largo camino, las más de las veces espinoso, para lograr dicha paz.

Pero sucede que a nosotros los gordos nos tiene que ser más difícil... mmmmmm... no creo, creo más bien que depende de cada persona; estoy de acuerdo que a un gordo pueden pesarle ciertas cosas (aparte de los kilos), pero a un delgado también; hay personas delgadas que son muy duras con sus cuerpos, los ven deformes o los ven feos, sino fuese de esa manera, no habrían aumentado las cirugías estéticas en los últimos años; es el cuento que nunca acaba, querer ser como la moda dicta; eso no creo que sea felicidad, porque nunca es suficiente, así que... seguramente muchas mujeres hermosas, son más infelices que una gorda, porque al estar tan pendientes de su cuerpo, no alcanzan esa paz interior que tanto bien nos produce.

Y qué lástima que muchas gorditas tampoco la alcancen. Qué triste que los kilos de más pesen en el alma y no sólo en el cuerpo.

La felicidad, la paz interior, un enfoque positivo, la satisfacción y la alegría, no son propiedad exclusiva de los no gordos, es de todos los seres humanos, que tratamos de alcanzarla con los medios que tengamos más cerca, yo casi que la toco al estirar el brazo, espero que los que leen estas líneas también.

miércoles, 13 de julio de 2011

Racismo contra la misma especie.

Siempre me ha llamado la atención el racismo que se presenta entre las personas de raza negra, pareciera que no se quieren, o que el resentimiento de haber sido esclavizados no lo pueden superar; por supuesto que no minimizo la esclavitud, pero cuando eso ha quedado atras, no tiene sentido volver a ello; es como dejarse morir por la picadura de una abeja.

Lo mismo pasa con las personas que son similares a nosotras, o sea, a otras gordas. Recuerdo una ocasión, hace ya muchos ayeres, que salí a comprar unas cosas con una amiga flaquísima, ella siempre ha sido así de flaca (y de carácter espantoso, ¿así serán todas las flacas?). Una de las cualidades de mi amiga la flaca es que nunca se burló de mi (al menos que yo viera o supiera), ni me cuestionó sobre mi peso, menos me dio recetas para adelgazar (que hacen todas las amigas "gordas"). Pues bien, mi amiga en cuestión y yo estábamos comprando algunas cosas en una papelería, cuando ¡zas!, que llega una de mis tías, gorda también (de cola muy grande), esa tía conocía a mi amiga, así que nos saludó y de repente, sin más ni más, me dijo: "mira qué bonita está 'fulana' (nombre de mi amiga), tan bonita, así deberías estar tú". Como sucede con todas las gordas (al menos la mayoría), no supe qué decir, menos mi amiga, creo que a ambas nos dio mucha pena.

Qué triste que cada vez se tenga uno que encontrar con personas gordas que atacan a los gordos; y por personas gordas me refiero a las gordas y a las flacas con mentalidad de gorda, (de las que hablaré más tarde); qué triste que una persona obesa se menosprecie tanto a sí misma al grado de menospreciar y humillar a otras que están en la misma condición que ella; en fin. Yo prefiero caminar por la vida del lado más amable, aceptándome de verdad (y no es fachada), reconciliada con Dios, con la vida y con las personas gordas como yo.