miércoles, 13 de julio de 2011

Racismo contra la misma especie.

Siempre me ha llamado la atención el racismo que se presenta entre las personas de raza negra, pareciera que no se quieren, o que el resentimiento de haber sido esclavizados no lo pueden superar; por supuesto que no minimizo la esclavitud, pero cuando eso ha quedado atras, no tiene sentido volver a ello; es como dejarse morir por la picadura de una abeja.

Lo mismo pasa con las personas que son similares a nosotras, o sea, a otras gordas. Recuerdo una ocasión, hace ya muchos ayeres, que salí a comprar unas cosas con una amiga flaquísima, ella siempre ha sido así de flaca (y de carácter espantoso, ¿así serán todas las flacas?). Una de las cualidades de mi amiga la flaca es que nunca se burló de mi (al menos que yo viera o supiera), ni me cuestionó sobre mi peso, menos me dio recetas para adelgazar (que hacen todas las amigas "gordas"). Pues bien, mi amiga en cuestión y yo estábamos comprando algunas cosas en una papelería, cuando ¡zas!, que llega una de mis tías, gorda también (de cola muy grande), esa tía conocía a mi amiga, así que nos saludó y de repente, sin más ni más, me dijo: "mira qué bonita está 'fulana' (nombre de mi amiga), tan bonita, así deberías estar tú". Como sucede con todas las gordas (al menos la mayoría), no supe qué decir, menos mi amiga, creo que a ambas nos dio mucha pena.

Qué triste que cada vez se tenga uno que encontrar con personas gordas que atacan a los gordos; y por personas gordas me refiero a las gordas y a las flacas con mentalidad de gorda, (de las que hablaré más tarde); qué triste que una persona obesa se menosprecie tanto a sí misma al grado de menospreciar y humillar a otras que están en la misma condición que ella; en fin. Yo prefiero caminar por la vida del lado más amable, aceptándome de verdad (y no es fachada), reconciliada con Dios, con la vida y con las personas gordas como yo.

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